sábado, 31 de enero de 2009

Nuevas amistades

Me urge arreglar mi cámara, hay muchas cosas que quisiera mostrarles. Además mi vida acá poco a poco se está volviendo muy aburrida. Por ejemplo, ya estoy cansándome de las malditas gordas gigantes y desabridas, de los elotes sin salsa (le ponen nada más chile en polvo), de las tortas… las tortas… bueno de esas no me canso todavía, je. ¡Pero ya quiero que pase algo! Para ser más específica ¡quiero un trabajo! Y amigos adultos.

Resulta que me estoy cotorreando más con la chavita historiadora salvadora de la humanidad, se llama Ericka y la neta tengo miedo de que algún día lea todo lo que he escrito sobre ella. Espero que nunca se entere de este blog porque parece que nos estamos haciendo amiguillas. Ya me contó un par de secretos suyos, ya fuimos a una fiesta de los amigos de su noviecillo, ya me hizo miembro oficial de una publicación que va a sacar con otros estudiantes de historia; y creo que hoy vamos a ir al Cerrito, un sitio arqueológico. ¿Ya somos amigas, verdad?

Lo malo es que se me hace bien güerquilla. La fiesta a la que fuimos ayer me aburrió un poco. Todos los invitados bien pandrosillos: rastas, perforaciones en la cara, pelos tiesos, olor a marihuana y ojos rojos, conversaciones en las que varias veces se dijo “malditos burgueses” “resistencia” “puto gobierno” etc. ¡Y todo eso mientras los papás del cumpleañero servían tostadas y pastel! A las 11:30 ya estaba de regreso en mi cuarto.

Creo que voy a terminar yendo a uno de esos antros que dicen “solo mayores de 25”.

¡LOS EXTRAÑO MUCHO!

martes, 27 de enero de 2009

trabajo

Pues resulta que ya tuve trabajo y hoy renuncié a la brava jajaja

El jueves que me encontré la película me llamaron para que me presentara a trabajar el lunes, pero yo quería una segunda entrevista en la que me explicaran de qué se trataba el trabajo, los horarios, el salario exacto, etc. así que pedí una cita para hablar con alguien (en ningún momento me dijeron quién estaba a cargo de la institución o de jodido de las entrevistas) y fui el viernes en la mañana. Pero apenas me estaba entrevistando con una especie de coordinador cuando a los 3 minutos alguien lo busca, sale y entra a la oficina de nuevo diciéndome “¿me puedes ayudar con algo?” le dije que sí y sin decir más me llevó a un salón, me presentó como la nueva maestra, me dio unos exámenes ¡y se fue! Total que terminé de aplicar el examen, fui de nuevo a su oficina para continuar con la entrevista y el wey me siguió dando trabajo hasta que se dieron las 2 de la tarde. En mi último intento de continuar con la entrevista me dijeron “bueno, te toca venir el domingo igual, de 8 a 2, y nos vemos el lunes”.

Salí un poco confundida pero contentilla por tener jale.

Comí y me fui al DF. Me divertí muchísimo. Orfa y Toño me dieron posada y me pasearon de lo lindo. Definitivamente voy a estar visitándolos seguido.

Yo no sé ustedes pero a mi el DF me recuerda mucho a Paris… esta afirmación a provocado muchas carcajadas pero es neta, cuando vayan a Paris se acordarán de mi y del DF. Y bueno, obviamente no me refiero al Paris turístico si no a ciertas zonas de Paris no tan populares en el cine o la televisión; y tampoco todo el DF, o sea el zócalo no tiene absolutamente nada que ver con los champs elysees, eso es más que claro… pero, bueno, ya quien conozca Paris me entenderá… espero.

Total que el domingo fui a trabajar y pasó lo mismo. Apenas llegué me metieron a un aula a poner un examen. Ya que despaché a los alumnos medio me explicó una secretaria un poco de las tareas que posiblemente me tocaban. También traté de hablar con un maestro que parecía tener cierto puesto de dirección, él me explicó quién era quién. La dueña y sus hijos tenían todos el puesto de “director” luego estaba el coordinador, luego la secretaria pedante y grosera, luego los maestros y al final estaba yo que probablemente sería ayudante tanto de la horrenda secretaria y algunos maestros…

El lunes fui con la intención de hablar con claridad con la dueña, que por cierto nunca me dijo su nombre completo, ni me presentó con nadie, ni me pudo explicar cuánto me iban a pagar ni cuáles serían mis funciones. Cada que intentaba hablar con ella me decía “ahorita lo vemos”.

A medio día se juntó el trabajo de la secretaria y la pinche vieja me gritó que contestara el teléfono y diera la información a una chava interesada en unas clases, pero pues yo no podía informarla porque no me habían informado a mi primero!!!! Pero bueno, hice lo que pude y me compadecí de la pobre vieja amarguetas, histérica e inútil que no podía hacer dos cosas a la vez sin perder la calma. ¡la odie con toda mi alma para la 1pm!

Lo peor fue que la pinche dueña nunca me quiso recibir, aún y cuando lo único que estaba haciendo era hablar de dietas con su hija mientras se comía una torta. Y cuando le pasé una llamada que me pareció importante me habló como si fuera una estúpida (con el mismo tono que había estado utilizando la secretaria pendeja para indicarme las tareas) y me dijo que no podía estar recibiendo tantas llamadas, que me diera cuenta que no se trataba de atender a todo el mundo porque estaba muy ocupada en una junta importante… ¡estallé! Me regresé por mis cosas, y me fui a mi casa.

Me indigné muchísimo por el trato que me dieron, pinche gente. Hoy en la mañana me desperté temprano nada más para llamarles y decirles que no iría más a trabajar. Al principio me sentí irresponsable, pero definitivamente no tengo necesidad de ser tratada como esclava por 3 mil pesos mensuales (el miércoles que fui a dejar mi CV me dijeron que era muy probable que no me pudieran pagar más de 3mil mensuales).

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Me estoy empezando a sentir muy solita… mis compañeros de la maestría no se cotorrean más allá de las clases. Siempre como sola. Los vecinos son zombies vampiros fantasmas narcotraficantes. No sé… hoy me preocupó un poco descubrirme teniendo una conversación con la tele. Voy a empezar como los esquimales: desarrollaré la esquizofrenia como método de supervivencia.

jueves, 22 de enero de 2009

Killer Bunny

Como a eso de medio día fui a buscar un texto de Angel Palerm a los libros usados. Entré a la librería y vi a una señora agachada apilando montones de libros en el piso, el lugar era un completo desmadre.

-Buenos días, ando buscando un libro de… ¡THE HOLY GRAIL!
-¿De qué?
- Esteeee, de Antropología…

No podía creerlo, estaba ahí justo a mis pies una caja azul brillante con letras doradas: Monty Python and the Holy Grail ¡La edición especial! Necesitaba disfrutar ese maravilloso momento.

-Se llama Historia de la etnología, pero si me dice dónde están los libros de antropología yo voy a buscarlo
-Sí, mire están por allá en aquel estante

Ni siquiera volteé a ver a dónde apuntaba, no podía despegar la vista de la película. Me agaché a agarrarla, le quité la cubierta a la caja y ¡zaz! ¡Barbara Streisand con micrófono en mano sobre un fondo negro! Mi corazón se rompió en dos, no podía creer la broma horrenda ¡¿a qué mente tan cruel y enferma se le ocurrió poner una película de Barbara Streisand en el empaque de la edición espacial de Monty Python and the Holy Grail?!

Tiré a Barbara Streisand entre el montón de revistas, casetes, dvds y libros. Pero no me rendí, si la cubierta estaba, ahí debía estar también la película. ¡y sí! Justo debajo de una revista National Geografic, tenía una etiquetita naranja que decía $60. ¡Fui taaaaaan feliz!

Les dejo la escena del conejo asesino.

Se supone que el Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda andan buscando al Santo Grial; se encuentran a un brujo que los lleva a la cueva que tiene escrito en los muros el lugar donde está el Santo Grial, pero la cueva es protegida por una bestia abominable: un conejito blanco…


miércoles, 21 de enero de 2009

Ay, no se imaginan el oso que hice hoy.

Me levanté temprano para ir a la entrevista, salí de la casa súper bien vestida, pintadita y peinadísima. Llegué al centro y repasé la dirección: Juárez #7. Me pareció demasiado céntrico para una universidad, sobre todo porque ya había pasado por ahí varias veces y no la había visto. Llego al lugar y ¡es una joyería! Vuelvo a revisar la dirección, veo el teléfono y noto el 427… la clave para Querétaro es 422. ¡La escuela está en San Juan del Río! Jajajajajaja chingado, me dio… bueno ya ni sé qué me dio pero mejor me fui a almorzar, comprar el periódico y buscar otras opciones.

Gracias a Yare encontré dos muy buenas opciones y gracias a Andrea hasta pedí trabajo de asistente de auditoría jajaja.

Total, terminé yendo a una escuelita que necesitaba una asistente educativa y cuando vieron mi CV se emocionaron todos (me entrevistaron dos maestros) y me ofrecieron clases además del trabajo (medio tiempo) de secretaria, je. ¡Hasta se disculparon por no poder ofrecerme más de 4 mil pesos mensuales! Así que mañana veo al director y probablemente empiezo a trabajar el lunes ¡yeah, baby!

Myrt: ese CV no tendría el mismo impacto de no ser por ti ¡eres la mejor! Mil gracias.

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Hoy en clase la chica historiadora me volvió a sorprender, dijo a la clase que su objetivo en la vida era “influir en la sociedad” para mejorarla ¡Casi me trago el chicle que estaba masticando!

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Cada vez me gusta más vivir acá. En noviembre que vine, entré a una nevería a comprarme un chopo y las chicas que me atendieron tenían a los yeah yeah yeahs a todo volumen. Hoy entré por unos chetos a un oxxo y el chico de la caja me cobró bailando a the doors. Además la estación del grupo Imagen programa música bien chida todo el fin de semana.

Van dos veces que veo, dentro y fuera de la facultad, a un chavo con rasgos bien mexicanotes pero ¡judío! Con el gorrito negro como el que trae el papa y las patillas largas y rizadas jajajaja se ve bien raro. Si lo veo mañana le voy a hablar jejeje.

martes, 20 de enero de 2009

Primeros días

Hoy me di cuenta que tengo muchas cosas que escribir, una parte importante son emails para mis amigos a quienes siempre tengo bien informados sobre mi vida cotidiana. La dinámica es 1. Escribir un email general, 2. Algunos responden, otros no y 3. Les respondo a cada uno de los que respondieron primero. Entonces, mejor publico lo que les quiero contar, recibo sus comentarios y si hay algo no-publicable, lo sabrán vía email, je.
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El lunes dediqué la mañana a buscar trabajos en los periódicos locales y en el portal del empleo de gobierno. Encontré una vacante para ser catedrática de lingüística y literatura en una universidad privada y envié mi CV mientras rezaba una oración para conseguir trabajo que Gilberto me mandó en una cadena.

Terminé de acomodar mis cosas en el cuartito que renté, compré algunas cosas indispensables como un espejo de cuerpo completo, una plancha y un chip de teléfono local.

En la tarde me fui a tomar la primera clase del curso: Trabajo de campo. No estoy muy segura de si somos 8 o 9 estudiantes, pero todos somos de carreras distintas y eso pone interesante las discusiones. Hay un criminólogo muy propio y correcto para hablar, un odontólogo excesivamente diligente, una chavita historiadora que cada vez me sorprende más ¡es muy lista!, una japonesa interesada en la comida local, una chava de Celaya que da clases de historia del arte, una comunicóloga que hace estudios de género, una lic en lengua española, una chica de turismo y un psicólogo jubilado.

La mayoría tiene bien claro lo que quiere: salvar al mundo; o lo que es lo mismo, buscan en la teoría una herramienta para el cambio social. Románticos todos. Aunque me dan un poco de envidia porque parece que saben con exactitud lo que quieren. Yo sólo voy a ver qué, a ver si puedo encontrar mi lugar en el mundo.

Por lo pronto mi lugar es el cuartito en esta vecindad rara. Dos días y medio y no he podido ver a ninguno de mis vecinos, ni hacen ruido, sólo veo que están ahí por las luces encendidas. Todo es muuuuuyyyy silencioso. Supongo que sólo llegan a dormir.
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Hoy martes me levanté tarde, hice algunas vueltas para conseguir un libro, regresé a la casa para revisar el correo y ¡zaz! Se me rompió el pantalón… creo que es la segunda vez en la vida que me pasa algo así. Es chido usar la ropa hasta que se rompe.

Llegué a la facultad muy temprano y tuve la oportunidad de conocer a un chico llamado Ernesto, muy simpático. Algunos años atrás me hubiera parecido muy atractivo, pero con el corazón tan mallugado que me cargo sólo me provocó un par de sonrisas.
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En la tarde fui a comer a unas tortas muy ricas y baratas. Ya cuando le daba la última mordida llegó una familia de artistas: un señor con una guitarra, tres niñas y un niño. La niña más grande debe tener unos 13 años y la más pequeña unos 7 años. ¡Cantaban tan tan pero tan chido! Me recordaron a los niños de La novicia rebelde. Por cierto, les dejo una versión chida de la famosa Do Re Mi.